
Cabaña La Armonía está revolucionando su esquema productivo con la inclusión de la hidroponía y pronto llegará al mercado con sus cortes envasados al vacío.
Hace quince años, a sus cincuenta, Gabriel Montiel decidió volver a sus orígenes y compró 50 hectáreas en la localidad de San José, en Misiones, para tener a dónde ir los fines de semana. Se había criado en el campo pero había hecho su vida en la ciudad y ahora le tiraban el verde y el rojo de la tierra misionera. Y ya que estaba, en ese campito empezó a criar ovejas junto a dos amigos y socios. Con el tiempo decidieron alquilar otras 300 hectáreas y hoy en Cabaña La Armonía tienen un plantel de 1.000 ovejas Hampshire Down, una fábrica de chorizos y hamburguesas, un restaurante especializado en carne ovina y una superficie de cultivo de forraje hidropónico que promete revolucionar los números de la empresa.
Montiel explica que el ciclo productivo de los ovinos comienza en octubre con la época de servicios. Los primeros 60 días se realizan con carnero al pie y los últimos 30 sin carnero, para dar margen a la formación de fetos. Después se hacen ecografías, se aparta a las ovejas preñadas y al resto se les sincroniza los ciclos y se las vuelve a intentar servir. A cada oveja se le da tres oportunidades por año, la temporada de servicios se estira hasta abril y el índice de preñez alcanza el 85 por ciento.
La fase de gestación dura cinco meses y el destete de los carneros se hace a los 60-90 días del parto. La tasa de destete es del 70-75 por ciento, es decir que hay una pérdida del 10-12 por ciento, uno de los puntos en los que están trabajando para mejorar. También buscan acortar los tiempos para destetar más temprano, y para eso saben que la nutrición es clave. “Queremos trabajar de otra manera con el cordero. Para eso la hidroponía nos puede ayudar mucho”, afirma Montiel.
Innovación reciente
La hidroponia es una innovación reciente que promete revolucionar todo el esquema productivo y los números de la empresa. Hace apenas un par de meses instalaron dos galpones de madera de 20 metros por dos de ancho. El piso sobre el que se ponen a germinar las semillas está levantado y desde el centro hacia los costados tiene una declinación de cinco grados, para que el agua vaya escurriendo de a poco y se recircule de forma automática. Allí, sin tierra, solo con agua y nutrientes, ponen 12 kilogramos de semillas de maíz por metro cuadrado y a los quince días obtienen cincuenta kilos de materia verde por metro, son plantas de unos 13 centímetros de alto, con gran palatabilidad y valor nutritivo. Con esa producción piloto están suplementando la dieta de 250 cabezas de distintas categorías, y los resultados son auspiciosos.
“Es todo prueba y error, hay que meterle e ir corrigiendo. En un espacio de cincuenta por cincuenta metros vamos a poder producir comida para 800 ovejas durante todo su ciclo. Esto no para más, empieza a cambiar el concepto”, dice Montiel entusiasmado, y detalla que próximamente empezarán a hacer las pruebas con alfalfa y avena en hidroponia. “Estamos chochos de la vida. Esto genera una disminución de costos interesante, sobre todo con la crisis del agua”, dice.
“La milanesa es una delicia”
Una vez destetadas, todas las hembras se destinan a reponer y ampliar el rodeo de vientres mientras que los machos se engordan para ir a faena con 35 kilos de peso vivo en promedio. La terminación dura entre 90 y 120 días y se hace con pastoreo -la especie dominante en la zona es brizantha- y suplementación.
Faenan unas 600 cabezas por año y absolutamente toda la carne vuelve del frigorífico, que está a ocho kilómetros del campo, para ser elaborada y vendida en el restaurante Cabaña La Armonía, emplazado en la ladera de un cerro con una vista privilegiada del paisaje misionero. Cuentan con una fábrica de chorizos y de hamburguesas y una cámara de frío con capacidad para stockear hasta 400 corderos, y están armando una planta industrial de ciclo 2 para empezar a envasar al vacío y vender cortes ovinos al mercado.
Entre las recetas que se destacan en el restaurante lógicamente están las hamburguesas y chorizos de elaboración artesanal propia, pero no se quedan ahí. “La mayoría de las personas conoce el clásico asado de cordero. En La Armonía también servimos pastas rellenas de cordero, la típica feijoada brasilera con cordero, la milanesa de cordero es una delicia”, asegura Montiel. Y pensando en la inserción de la carne de cordero en los hogares argentinos, remarca: “Es fundamental poner el cordero cortado y envasado al alcance de los consumidores”. En eso están.
Asociación regional
Hace seis años, Montiel y sus socios decidieron ampliar su campo de acción y junto a otros productores misioneros impulsaron la creación de una Sociedad Rural de animales menores rumiantes, que reúne a productores de ovinos, caprinos, porcinos y equinos de esa provincia.
“Lo hicimos para no quedar más en segundo lugar frente a los bovinos”, reconoce Montiel, abanderado de la producción ovina y del consumo de carne ovina.
El grupo de productores cuenta con predios e instalaciones específicas para el manejo de animales menores, y realiza cuatro remates de reproductores por año en los que además de mostrar su producción invitan a criadores de otras provincias para incorporar nueva genética y mejorar sus rebaños.
El resultado de esa asociación fue muy positivo: hace seis años había en Misiones 8.000 cabezas de ovinos y hoy hay 21.000 cabezas y unos 740 productores. “Acá la mayoría de los campos son chicos, de menos de 40 hectáreas, y la oveja es ideal para ese tipo de campos porque rinde más que la vaca, se puede tener hasta cinco ovejas por hectárea”, dice el criador misionero, y aclara que allí todos utilizan razas carniceras. “Acá la lana no va porque se mancha mucho con la tierra colorada”.
El próximo viernes 17 de febrero, en el parque del restaurante de Cabaña La Armonía, se realizará el tercer remate nocturno de la Sociedad Rural, donde saldrán a la venta 180 cabezas de ovinos (Hampshire Down, Dorper, Texel y Santa Inés), caprinos y dos equinos. “Es la apertura del año, los primeros animales que salen a remate en Misiones. Lo hacemos de noche por la temperatura, para que esté más agradable, y es una verdadera fiesta”, invita Montiel.