
Así lo indicó el informe del semáforo productivo publicado por Coninagro de un total de 19 actividades.
La falta de lluvias continúa generando estragos en las economías regionales de Argentina, según reveló la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro).
El informe alertó que de las 19 regiones monitoreadas, 11 se encuentran en crisis y 7 muestran signos preocupantes, lo que representa un 57% del total. La sequía persistente sigue afectando los volúmenes de producción en varias zonas y se observa una baja demanda interna.
El relevamiento también explicó que los costos se han estancado, pero que la exportación enfrenta precios bajos en pesos, lo que genera una alta volatilidad en los precios internos. Estas condiciones difíciles ponen a prueba a los productores y cooperativas, que se esfuerzan por enfrentar los desafíos y buscar soluciones para mantenerse a flote.
En el sector vitivinícola, Fabián Ruggeri, presidente de la asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI), advirtió sobre la compleja situación que atraviesa el sector. Las inclemencias climáticas, como heladas, granizos y sequía, han provocado la cosecha más baja registrada en la historia de la industria.
Además, el consumo de vino ha disminuido tanto a nivel nacional, afectado por la situación macroeconómica y la falta de poder adquisitivo de la población, como a nivel internacional, debido al tipo de cambio desfavorable y la falta de acuerdos comerciales.
En la ganadería, Lucas Magnano, consejero de Coninagro y productor de Santa Fe, analizó los impactos de la sequía en el sector. “La oferta excesiva de animales, tanto para engorde como para invernada, ha llevado a una lateralización de los precios e incluso a una tendencia a la baja. Además, se observó un excedente considerable de vacas, lo que podría resultar en una reducción en la cantidad de destetes a medio y largo plazo. Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones han afectado el servicio de este año, lo que probablemente se traduzca en una menor tasa de natalidad de terneros en los próximos años”, dijo.
A pesar de los desafíos, desde Coninagro afirmaron que, los productores del campo argentino están dispuestos a enfrentar la adversidad. En el caso de la vitivinicultura, se están iniciando las tareas de poda, el primer paso del ciclo agrícola, con determinación y entusiasmo. En la ganadería, se buscan alternativas para superar la situación y adaptarse a las condiciones cambiantes del clima.
La sequía continúa siendo un desafío para las economías regionales, pero los productores, cooperativas y organismos gubernamentales trabajan en conjunto para encontrar soluciones y revitalizar estos sectores fundamentales para la economía del país.