
La importante compañía de inversiones ha colocado 8.000 millones de dólares para el desarrollo de carnes y lácteos de origen vegetal.
Temasek, la compañía de inversiones de Singapur –el país creado por Lee Kuan Yew en la década del 60- ha decidido realizar un aporte significativo a la tecnología agrícola y ha colocado U$S 8.000 millones para el desarrollo de carnes y lácteos de origen vegetal con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de su población (5.7 millones), y ganar los nuevos mercados, sobre todo en Oriente.
Lo primero que va a hacer es impulsar la expansión de más de 30 “start-ups” agroalimentarias, cada una de las cuales tiene una valuación de más de U$S 1.000 millones. No es un proceso estatista, sino que pretende estimular al sector privado y a los nuevos emprendedores. “Las Ciencias de la Vida y el agro negocio” representan 10% de los activos de Temasek.
Singapur es una nación constituida por dos pueblos: la mitad es India y la otra es China.
La clave de la construcción nacional de Singapur fue la ardua, a veces extrema exigencia educativa impuesta por Lee Kuan Yew, que exigió el grado universitario y la especialización de alto nivel técnico como una auténtica necesidad.
El carácter rocoso del país hizo que casi la totalidad de los alimentos provinieran del exterior; y ahora el gobierno de Singapur ha optado por una política de “30×30” destinada a establecer 30% de autoabastecimiento alimentario en 2030.
En los últimos 5 años, tanto en EE.UU como en Europa se han multiplicado las inversiones en los productos de base vegetal, con la creación de más de 170 “start-ups” de proteínas alternativas, lo que ha implicado una inversión de más de U$S3.100 millones en ese periodo.
En Europa solamente el sector ha recaudado un récord de U$S527 millones, más de 4 veces el nivel de 2019.
También han crecido las inversiones en las compañías de carnes cultivadas con células animales, así como empresas de la industria de la fermentación que utilizan microorganismos de fuentes diversas, como la leche cruda y los propios gérmenes provenientes del aire.
El objetivo es producir carnes, huevos y lácteos, todos productos de laboratorio y no de la naturaleza.
El beneficio que aducen estas firmas es que utilizan menos tierras y aguas para producir carnes que la propia ganadería, lo que contribuye significativamente a la lucha contra el cambio climático, o “calentamiento de la atmósfera”, que es el gran desafío de la época.
Este subsector de las proteína alternativas provenientes de la fermentación recaudó el año pasado en EE.UU y Europa más de U$S 30.000 millones, lo que implica un incremento de 30% respecto al año anterior, y lo indica claramente colocado en una etapa de auge, con un creciente apoyo de la opinión pública.
La población india de Singapur rechaza toda posibilidad de acceder a carnes que impliquen un sufrimiento del animal durante su sacrificio, lo que podría obviarse con los nuevos procedimientos fermentarios o de cultivos en un proceso en plena expansión.
Por cierto que el nuevo producto que desarrolla Temasek sería también aplicable en el inmenso y cercano mercado de India con sus más de 1.500 millones de habitantes, y su poderosa e innovadora clase media.
Hay que agregar que el Banco Mundial estima que India será en 2025 la tercera economía del mundo, después de EE.UU. y la República Popular y sustituirá a Japón.
Sin duda la apuesta de Temasek tiene un sentido estratégico de largo plazo. El Fondo de Inversiones de Singapur dispone de recursos por U$S 282.000 millones, y se ha decidido a reducir la mitad de sus inversiones en todo tipo de empresas con alta carga de emisión de dióxido de carbono (CO2) que es la causa fundamental del calentamiento de la atmósfera o cambio climático.
Temasek se dispone a cumplir este objetivo en 2030, comparado con los niveles de 2010, y llegar a conducir una cartera de inversiones con cero emisiones de CO2 en 2050.
Es evidente que la drástica decisión de Lee Kuan Yue sigue precediendo los destinos de Temasek y su previsión estratégica.